El consentimiento informado es el derecho legal y ético del paciente a decidir qué procedimientos se le pueden practicar, y es parte del deber ético del médico asegurarse de que los pacientes se involucren en la toma de decisiones respecto a su propia salud y cuidado.
El proceso de elaboración del consentimiento informado consta de tres fases de intercambio de información entre el médico y el paciente.
Primero, en palabras claras para el paciente, el médico debe explicar los detalles del procedimiento o tratamiento, sus beneficios, riesgos, alternativas y los resultados más probables.
En segundo lugar, el médico debe asegurarse de que el paciente ha comprendido la información.
Finalmente, el paciente debe firmar el consentimiento cuando conoce y entiende los riesgos implicados.